Nombre egipcio: Suti
Nombre griego: Seth
Divinidad griega: Tifón
Representación: Animal no identificado con orejas rectangulares,
cola tiesa y hocico ganchudo.
Dios que en su origen es más brutal
que maligno; los dramas que provoca se deben a su fuerza anormal, a su
excesiva energía,
más que a su mala intención; luego
fue objeto de una interpretación hostil; todos los escritos osiriacos
lo consideran como un criminal. Originario de Ombos (Nubt),
pudo suplantar
a un dios más antiguo, llamado Ash,
señor
del desierto occidental. Identificado con el desierto y el trueno,
gobierna
las nubes tormentosas y desencadena las borrascas del viento sur; las connotaciones
negativas de Seth se refieren a la sequía, la esterilidad,
la violencia,
el hambre y el mar; los gusanos salían de la tierra a causa de su
aliento. Recibió el desierto como herencia de Geb
pero, envidioso de su hermano,
que había recibido la tierra fértil
de Egipto,
asesinó a Osiris y lo cortó
en pedazos; la lucha entre Osiris y Seth era la
lucha de la tierra fértil contra el desierto y la lucha del bien
con el mal. Venerado por unos,
odiado por otros conoció épocas
gloriosas y otras en las que su nombre estaba prohibido y sus estatuas
eran destruidas. Es el señor del mal y las tinieblas,
de la no-luz,
de todo aquello que representa el mal, la sequía y como tal es el
dios del desierto que por una parte protege a las caravanas que se adentran
en sus dominios pero que también provoca las tormentas que hacen
que esas mismas caravanas se extravien. En este doble papel de protector-destructor
de las tierras áridas Seth era venerado porque su estado de ánimo
dirigía el futuro de todos aquellos que cruzaban sus dominios.
En
un principio fue patrón de los metales (según Manetón
al hierro se le llamaba "huesos de Seth") y el protector del Bajo Egipto.
En la época anterior a la unificación de la monarquía
se enfrentaron los partidarios de Seth, "Señor del Bajo Egipto",
y los de Horus, protector del Alto Egipto; esta
era una lucha por la herencia de Osiris,
que terminó
con el destierro de
Seth al desierto. Su reino se supone que estaba en
el cielo septentrional y su morada era una de las estrellas que forman
la Osa Mayor,
desde donde ejercía su maligna influencia para pervertir
los designios benéficos de
Osiris, que
vivía en Orión, y de
Isis, cuyo hogar
era
Sotis. Es el dios de la moción descendente
del sol en el hemisferio inferior, en dirección hacia el sur; por
esta razón representa el calor destructivo del verano; y cuando
los días comienzan a disminuir, a partir del solsticio de verano,
se dice que es él quien roba la luz del sol, por lo que es tenido
como maligno. Sin embargo Seth no fue considerado totalmente malo; los
faraones ramésidas promovieron su imagen como dios guerrero que
protegía la barca de Ra por la noche, ya que
este dios le había apoyado en su lucha contra
Horus,
evitando que Apofis hundiera la barca. Acompañado
de Horus participa en las ceremonias de investidura
del Rey como señores del Alto y Bajo Egipto. Fue también
el dios nacional durante la dominación hicsa,
convirtiéndole
en marido de sus diosas Astarté y Anath; adoptado por el rey hicso
Apofis
como único dios, con el nombre de Sutej,
le levantó un templo
junto a su casa, en Avaris,
y los funcionarios del rey le llevaban guirnaldas
de flores; su versión de Seth tenía un carácter más
asiático y llevaba un tocado parecido al del Baal
semítico; era adorado como dios de las tormentas y patrón
de la guerra. Con Sethy I se vuelve al Seth Nubti (el Seth de Ombos, su
lugar original en el Alto Egipto).
En el Reino Nuevo se le consideró un
dios benévolo, patrón de las armas,
de la guerra y patrón
de la producción de los oasis; Seth fue entonces popular porque,
debido a su papel como señor de la confusión, podía
sembrar la discordia entre los enemigos de Egipto. Era hijo de Nut
y Geb,
en la Eneada heliopolitana,
y esposo-hermano de Neftis. Según algunas
tradiciones es padre de Anubis. El auge
del culto a Osiris trasnforma a
Seth
en la personificación de la maldad y su nacimiento se adapta a esta
función. Según el mito de
OsirisSeth
ya representraba la maldad incluso en el vientre de su madre y por eso
nació desgarrando el costado Nut. En otros
textos aparece como esposo de Neith y padre de
Sobek.
Simbolizado por un animal no identificado, mezcla de oso hormiguero,
asno,
perro o algún animal extinguido,
de orejas rectangulares erguidas,
con el hocico curvado hacia abajo y una larga cola hendida (Loret lo identifica
con el lebrel del Cáucaso); tenía los ojos y el pelo rojos,
como el desierto. Bajo el reinado de Sahura (V Dinastía) se convierte
en humano con cabeza de animal; un taparrrabo rodea sus caderas; lleva
una amplia peluca y el cetro uas.
Sus animales sagrados eran el cerdo, el asno, el orix, el cocodrilo, el
hipopótamo, la serpiente y el pez,
bajo cuyo aspecto puede también
aparecer; en general,
se consideraban animales suyos cualquiera que fuera
pescado en las aguas o cazado en el desierto,
así como los de pelo
o piel roja o parda. En la ciudad de Antaeópolis estuvo fusionado
con Nemty, considerándo a éste una
manifestación de Seth. Fue asimilado a Tifón por los griegos.
Su centro originario de culto estaba en Ombos, por lo que se le llamaba
"el ombita". Luego tuvo santuarios en Avaris,
Abydos y Pi-Ramsés.
Tres soberanos adoptaron su nombre en tiempos del Reino Nuevo: Sethy I,
Sethy II y Sethnajt.
A pesar de que algunos faraones llevaron
su nombre y en ciertas épocas gozó de culto,
el pueblo nunca
estuvó a su favor y a partir de la XXII dinastía se extendió
la animadversión hacia él. En su tratado "De Isis et Osiride",
Plutarco afirma que los sacerdotes egipcios tenían gran aversión
al mar y a la sal la denominaban espuma de Seth.
Ver mito de Osiris