Francisco López – Febrero de 1998
La pirámide establecida y viviente
La pirámide de Pepi II (2246 – 2152 a.C.), último faraón de la VI dinastía, se encuentra en la localidad de Saqqara. Mantiene la distribución y dimensiones de las de sus predecesores ( L = 78.5 m h = 52.5 m a = 53º 7′ 48′” ). Conocida en la antiguedad como ‘La pirámide establecida y viviente’, se encuentra a unos 300 metros de la pirámide de Shepseskaf (Mastaba Faraun) y en la actualidad está bastante deteriorada. Lo más significativo es, como en todas las de la VI dinastía, la conservación de ‘Los textos de las pirámides‘ que dan una gran información sobre la religión del Reino Antiguo. Se descubrió en las excavaciones de los años 1926 a 1936, encontrando también los cimientos correspondientes al templo del Valle y la rampa de acceso desde este a la pirámide.
La entrada a la pirámide se encuentra en la cara norte, como era habitual, protegida por una pequeña capilla de caliza. El modelo, semejante al de Unis, se abre con un corredor descendente (16 metros) que desemboca en una habitación, tras la cual se hace horizontal a lo largo de 23 metros para desembocar en una antecámara (3.1 x 3.7 metros) que tiene en su parte oriental el serdab, que curiosamente debía contener una sóla habitación, en lugar de los 3 nichos comunes, y en la occidental la cámara funeraria. Todas las salas están decoradas con textos, excepto el serdab.
En la cámara se encontraba el sarcófago, realizado en granito, de 2.8 metros de longitud y 1.30 de altura decorado con los títulos del faraón. Los vasos canopes desaparecieron, al igual que la caja que los contenía, quedando únicamente el agujero realizado en la piedra donde se depositaron.
Es quizás el templo el elemento arquitectónico más interesante del recinto. De unos 100 metros de profundidad estaba decorado con escenas, realizadas en bajorrelieves, de caza y fiestas en honor de las victorias del faraón. La segunda parte del templo, más elevada que la primera, consta de 4 salas.
Las pirámides de las reinas se encuentran fuera del recinto. Son una copia a escala reducida de la del rey, y constan a su vez de pirámides satélites. Son las únicas pirámides de reinas en las que se han hallado textos. De las cuatro esposas del rey sólo Udyebten, Uput y Neit fueron enterradas aquí, en sus respectivas pirámides. De todas ellas la correspondiente a la reina Neit es la más cuidada.
– Historia de las Pirámides de Egipto de José Miguel Parra Ortiz. Editorial Complutense. Madrid 1997.